Este tipo de relato se caracteriza porque transgredir el orden racional de los acontecimientos. Este universo se relaciona con lo maravilloso, lo extraordinario, lo sobrenatural, lo inexplicable.
Frecuentemente lo fantástico en el relato del siglo XX se hace presente por medio del relato de una situación cotidiana normal. Ésta provoca en el lector un sentido de extrañeza, de sorpresa, de duda acerca del carácter real o fantástico respecto del universo representado en la narración.
Los autores que han cultivado lo fantástico en el siglo XX son Julio Cortázar, Jorge Luis Borges y Franz Kafka, entre otros.
EL MUNDO UTÓPICO
La palabra formada por los términos griegos u=no y topos=lugar, aluden no sólo a un lugar que no existe, sino también a la idea de algo irreal, imposible de alcanzar. El concepto “utopía” fue inventado por el escritor y pensador inglés santo Tomás Moro. Este escritor trató de describir un Estado ideal en un lugar isleño y su libro se tituló Utopía.
Junto con las utopías están las llamadas “antiutopías” que reflejan el estado negativo al que ha llegado la humanidad. Entre ellas figuran Un mundo feliz de A. Huxley, 1984 y Rebelión en la Granja de G. Orwell.
EL MUNDO MARAVILLOSO
Lo maravilloso es una constante en la historia de la literatura universal, desde las narraciones míticas de las culturas antiguas a los mitos grecolatinos, pasando por los relatos bíblicos. Se trata de una categoría estética alusiva a un mundo que escapa a las leyes espacio-temporales a las que están sujetos los seres humanos y la naturaleza.
Las mil y una noches es un claro ejemplo de lo maravilloso puro; la ciencia ficción es otra forma de la búsqueda de lo maravilloso, por ejemplo, en Crónicas marciana; Viaje al centro de la tierra.
Las leyendas están íntimamente ligadas a una época y a un lugar y en los cuales se mezcla lo real y lo maravilloso.
EL MUNDO DE LO REAL MARAVILLOSO
En las narraciones se presenta a los seres humanos y su entorno inmersos en un mundo de fantasía y misterio en el cual realidad y maravilla se funden como si fueran una sola y misma cosa; no existe el sentimiento de extrañeza. Todo lo narrado es posible, aun cuando las leyes de causa y efecto se transgreden; el mundo del inconsciente, el sueño y la alucinación, se configuran como espacios propicios para proyectar una singular visión del mundo. El milagro y lo racional coexisten; los mitos, las leyendas y los cuentos orales sirven de base a relatos que dan cuenta de aspectos no explorados por el arte hasta entonces. Los más grandes representantes de esta estética narrativa son Alejo Carpentier con El reino de este mundo y Gabriel García Márquez con Cien años de soledad.
EL MUNDO LEGENDARIO.
Este tipo de relato pertenece, inicialmente, a la tradición oral y anónima. En algunos casos se basa en hechos históricos; en otros, es producto de la fabulación popular en que es posible advertir rasgos fantásticos o maravillosos, por lo general, de raíz folclórica. El protagonista puede ser un personaje, un espacio misterioso o un acontecimiento. Gran parte de los poemas épicos más relevantes de la historia de la literatura, tienen como punto de partida una leyenda. Personajes que han dado origen a poemas épicos y que corresponden al mundo legendario es, por ejemplo, Rodrigo Díaz de Vivar.
Las biografías o vida de santos constituyen otro tipo de leyendas muy propio de la Edad Media.
En Chile el mundo de la leyenda es muy rico en relatos. Cabe mencionar, por ejemplo, El Caleuche (Chiloé)
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